miércoles, 6 de agosto de 2008

Sola

Un chasquido del ventilador me despierta a media noche. Estoy empapada de sudor, asqueada del roce de las sábanas. Hecho de menos tu respiración relajada, abrazarte mientras tu pecho sube y baja lentamente. Siempre que me despierto entreabres los ojos y me acarícias la cara. Me siento cerca, tuya, ligera y aliviada por eso. Entonces me duermo enseguida entre tus brazos.
Ahora solo hay un calor asfixiante.

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