miércoles, 30 de junio de 2010

Pequeña dosis de rabia e intento de razonarla


A veces siento que el destino es una especie de red de lino entretejida desde la eternidad y hacia ella. La gente simplemente lo acepta impasible, sumisa, inconsciente y pocas veces incluso feliz. Me siento un poco rara, intentando apartar los hilos, romperlos a mordiscos si hace falta, pero cambiando la dirección de ese destino que no me gusta nada en absoluto. Y cuando veo que la gente que hay en el sitio al que quiero llegar no lo valora, pierdo la fuerza con pensar lo sola que me voy a sentir si alguna vez lo alcanzo. A veces me enfado por eso... y otras no puedo dormir hasta que me resigno y dejo que pase el tiempo, a ver si es verdad eso de que pone a cada uno en su lugar.

domingo, 20 de junio de 2010

Guerra de comida


El agua todavía no hierve y tengo los espaguetis en la mano en un puñado... ¿Porqué soy tan lela de sacarlos antes? Ah, claro!! Porque no son espaguetis, es un arma mortal. Salgo de la cocina, metralladora en mano y Ta-ta-ta-ta-ta-ta!! Contra el compañero de piso!! Estás tocado!! Pero no reacciona, me mira como si estuviera hablando de algo incomprensible para él. Media voltereta croquetera y me meto detrás del sofá a modo de barricada. Ahora tengo entre las manos un puñado de bazoca que apoyo contra el hombro... "¿Te vas a rendir ya?" Digo apuntándole. "Estás loca de tanto estudiar, eh?" Me responde con su acento belga... Pues esas serán tus últimas palabras, insensato: BABÚM!!! La onda retroactiva me lanza hacia atrás ligeramente. En mi nueva posición tengo la vista de la olla, con el agua ya hirviendo. Me levanto con dignidad y justo antes de meter el bazoca en la olla me acuerdo de Homer trabando amistad con una langosta... y me percato de que nunca jamás conseguiré ser mejor ama de casa que eso. Pero feliz un rato sí que lo seré ;)

viernes, 18 de junio de 2010

Sobre las ideas propias


Iba yo caminando y me encontré un letrero guerrero con múltiples consignas. "¿Te apuntas a mi causa?" me preguntó.
"No gracias, yo prefiero el arte abstracto y crear mis propios valores."
Me sentí como un ronín, con las armas de la cultura universitaria y sin nada para lo que utilizarla: mis propias consignas .... sobre qué. Me sentí un fraude de estudiante.

Así que intenté... psé... algo para salir de la nada y crecer un poquito:
"Pero si quieres puedo invitarte a un café y charlamos un rato sobre eso que te preocupa tanto como para dedicar tu vida a algo que no sale por la tele."

martes, 15 de junio de 2010

Para des-variar


Desvariaciones insomnes, para variar sobre los sueños y visiones fantasmales de días lluviosos que no debieron existir nunca en el calendario. Dragones saliendo de las yemas de mis dedos mientras escribo, peleándose con las rosas secas de Sant Jordi que guardo en un corazón de pétalos. Esqueletos que reflejan la bulimia inexistente en la Edad de la Tierra Media... Y de repente:
Toc, toc, toc!!!
"Hola, me llamo Trauma y he venido para pasar una agradable velada contigo. He traído sushi y pelis de Hayao Miyazaki."
Y claro, le dejo pasar por cachondo y porque lo conocía de vista y parecía buen tío. "Cuidado con el sofá que está hecho de nube y además deja muchos pelos de la gata!" le advierto.
Cuatro bromas entre washabi y salsa de soja y la conversación que fluye químicamente como un manantial de ideas...
- ¿Entonces quieres borrar este día del calendario, dices?
- Sí, pero no sé cómo hacerlo.
- A ver, déjame pensar... ¿la nube del sofá es de golosina? Lo digo porque creo que lleva goma arábiga.
- No sé, yo había pensado en darles el sofá de merienda a los dragones que guardo debajo del teclado, a ver si se empachan y dejan las rosas en paz. Mejor que comérmelo yo y terminar con un desorden alimenticio, ¿no crees?
- Bueno, pues a ver qué te parece esto: habla con el señor Tiempo y le dices que corra un velo por encima de ese día en ese año. Así, no aprendiste nada de aquello, pero al menos queda guarecido de la lluvia y bien preservado de la intemperie neuronal.
- ¿Y para qué quiero preservarlo?
- Pues está claro: para no olvidar de donde vienen los dragones, porqué tienes un corazón de pétalos, un sofá de nube que no te puedes comer y para darte cuenta de que al cabo de unos años lo manejas muy bien en una agradable velada romántica. Yo lo veo bastante evidente.