jueves, 19 de junio de 2008

Lluvia

Gotita de agua que resbala cielo abajo, refrescando, salpicando, ensuciando. ¡Qué gotita tan traviesa! Mientras cae libremente ve a los cómplices escondidos en su morada, bebiéndose su sopita caliente dentro del ático loft con terraza. Repasan los planos del edificio de enfrente, precisando los detalles de toda la operación. Les encanta robar juntos. No es únicamente la recompensa, sino el hecho de precisar los pequeños movimientos. Se admiran mútuamente por su astucia y habilidad. Se reconocen el uno en el otro. Estimulados por la trama de lo ilegal, se funden deliciosamente juntos. Hoy están tranquilos, con sus proyectos protegidos por el sonido de las gotas golpeando en el tejado. Así, miles de gotitas traviesas y curiosas encubren miles de actos de pasión criminal.