domingo, 5 de abril de 2009

Poligamia

Es curioso como cambia la gente cuando tiene relaciones paralelas. Pongamos por ejemplo un empleado de oficina cualquiera. De repente está más ausente, tiende a arreglarse más, el pelo, la ropa, canta cuando ve sus facturas, le importan cosas nuevas, .... Está claro que la monotonía en la relación oficial de mi sujeto cobaya era la tendencia dominante y que ahora nota despertarse todos los sentimientos que no creía volver a sentir.

Luego vienen dudas, sobretodo antes de que se entere la otra parte inocente en su ignorancia. No sabe si quiere desempolvar la anterior relación, o si necesita tirarla y comprar otra. Si lo hubiera hecho en su momento, ahora estaría ya preparado para lo que inevitablemente tiene que venir. Y se ve a sí mismo tan cruel e inmoral que empieza a tomar conductas autodestructivas, con miedo de tener las dos relaciones a la vez por si las pierde a las dos, y con miedo de dejarlas o equivocarse escogiendo. Patético.

Personalmente, yo soy partidaria del reciclaje oportuno. Creo que en un momento dado, cuando ya no hay una relación de pareja, se debe explorar qué sí hay, sobretodo si hay cariño.

Igualmente, es curioso y difícil darse cuenta de cuando uno mismo está en una situación de este tipo. Por ejemplo mi relación con este blog. Estoy más ausente, he arreglado un poquito el aspecto... yo, una empleada de oficina cualquiera, así de repente me convierto en el Guadiana y aparezco puntualmente con unos temas que nunca antes había tratado introduciéndolos con la misma frase curiosa, que como novedad no me importa repetir. Es curioso. Curioso es como posiblemente le estoy poniendo los cuernos a este blog con otro blog. Seguramente uno de catarsis.

2 comentarios:

Microalgo dijo...

Humanos somos, mi Señora Dama.

Frágiles, por lo tanto. El que vaya de héroe es el patético, no el que teme. Éste es el sincero.

Y bueno. Un abrazo, en todo caso.

Ayla dijo...

Y cuánta razón tiene de nuevo, querido Micro, si se me permite el apelativo cariñoso.

Quería hacerle notar que cabe aún más patetismo en aquellos que no contentos con una situación que les viene grande, encima alardean de ello como si robaran corazones por su propia valía.

Pero al fin y al cabo, es la condición humana, sobretodo en nuestra sociedad, el abarcar más patetismo a cada paso incomprensible por la vida.

Y por otro lado, ¿qué tal se presenta la Semana Santa por el sur? ¿Mucha penitencia en el ambiente o vamos tirando con nuestra miseria sin darle cuentas al Magnánimo? Un saludo!!