
Iba yo caminando y me encontré un letrero guerrero con múltiples consignas. "¿Te apuntas a mi causa?" me preguntó.
"No gracias, yo prefiero el arte abstracto y crear mis propios valores."
Me sentí como un ronín, con las armas de la cultura universitaria y sin nada para lo que utilizarla: mis propias consignas .... sobre qué. Me sentí un fraude de estudiante.
Así que intenté... psé... algo para salir de la nada y crecer un poquito:
"Pero si quieres puedo invitarte a un café y charlamos un rato sobre eso que te preocupa tanto como para dedicar tu vida a algo que no sale por la tele."
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