jueves, 12 de noviembre de 2009

Yendo y viniendo

De vuelta en casa, con las mismas calles malolientes y húmedas, los mismos borrachos y las mismas putas en las ramblas. Algunos vagabundos nuevos, otros que ya no están. Mi habitación de principios del siglo XX, los grandes señores catalanes y el modernismo por doquier. Ahora mi cuarto es una puerta dimensional para enseñar todo esto a mi otro mundo. Van viniendo con cuenta gotas pero seguidito, van conociendo a la gente de aquí y se van haciendo todos con todos. Entonces pasan las cosas mágicas: la cadena de viajes se extiende, y de repente todos van y vienen enseñando sus puertas dimensionales y sus diferentes mundos.

Así cerramos los bares todos juntos en cualquier ciudad, y nos quedamos dentro con una guitarra, con nuevos amigos que mañana ya no estarán, con más bebidas que tenían reservadas y ahora saben que eran para nosotros, contagiados de la onda que lo envuelve todo hasta que salga el sol en otra calle. Este fin de semana toca Berlín.

No hay comentarios: